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Hola a todos los fans de En Busca de la Luz. Hago este pequeño inciso para promocionar dos grandes blogs.

El primero de uno de los mejores fics de continuacion de Crepusculo que he leido: Ángel Vampirico. ¿Puede la entrada de un nuevo personaje en la vida de Edward cambiar todo lo que siente por Bella?. Magnico. Para visitar: www.angelvampirico.blogspot.com

El segundo, el de mi fan nº1, que siempre me incita a escribir sin descanso, y gracias a la cual no pierdo los animos de hacerlo. Ella es yocecullen, si, la que me dio el premio. ¡Muchas gracias! Tiene dos grandes blogs, el primero www.yocecullen15.blogspot.com Gran fic de Crepusculo, animense ahora esta en lo mejor! El segundo es su propia historia, y todos sabemos cuanto cuenta eso www.cambiodevida-15.blogspot.com

Todos sabemos lo que cuesta llevar adelante un blog, asi que ¡venga! A visitar blogs!

jueves, 18 de marzo de 2010

Camino

-¿Qué pasó?- Hiyu miró a su hermano con cara de no entender lo que le decía. –No me mires con esa cara Hiyu, sé que cuando te deje a solas con aquel ángel, en lo que antes era tu habitación, pasó algo. Quiero que me lo cuentes.-

La habitación de la posada era bastante austera, dos camas de paja, separadas por una pequeña mesita con una vela, un armario de madera que tenía un cajón que no cerraba y un par de telarañas que adornaban, con sus resistentes hilos, las esquinas de aquel dormitorio.

Los dos hermanos estaban sentados en las camas, mirándose fijamente a los ojos. Lismael movía sin cesar sus piernas, impaciente porque su hermano comenzara el relato. Hiyu tragó saliva y se miró sus manos temblorosas antes de empezar a hablar.

-Está bien, mereces una explicación. Cuando nos dejaste solos, levanté el mentón del ángel, solo quería comprobar si se encontraba bien y cuál era el alcance de sus heridas. En ese momento el ángel, que cómo ya sabes estaba inconsciente, se despertó. Giraba la cabeza de un lado a otro intentando descubrir donde estaba, intente calmarla diciéndole que era un amigo, que no le haría daño y fue entonces cuando me habló. Pronunció mi nombre entre susurros, con la voz entrecortada, yo, asustado camine me alejé un poco de ella. Nos agradeció el haberla rescatado, yo intente tranquilizarla, hacerle entender que no le pasaría nada malo, pero ella me dijo que no tenía tiempo, creo que intuía lo que le iba a pasar. Entonces, una gota de sangre cayó de uno de sus ojos justo a la palma de mi mano. En ese momento comencé a ver parajes donde nunca había estado nadie. Prados verdes, sin ningún tipo de insecto, un sol brillante que resplandecía en un cielo azul sin una sola nube. Las imágenes se iban sucediendo, como si me indicasen un camino, árboles inmensos, rocas con extrañas formas, hasta llegar a una enorme fortaleza. Era negra como el más puro carbón, tenía cuatro altos torreones donde se situaban cientos de arqueros que vigilaban aquella fortificación. Recuerdo también que había muy pocas ventanas, y una gran puerta cuya altura superaba la de varios pisos. Cuando las imágenes se acabaron el ángel buscó con su delicada mano entre los encajes del vestido. Rebuscaba en cada costura en busca de algo hasta que lo encontró. Una llave, una pequeña llave de lo que parece que es hierro. Buscó mi mano y me la entregó. “Abriréis con esta llave la puerta de la libertad pero también la cerrareis. Combatid la tiranía pues vosotros sois la luz del universo. Tened cuidado.” Justo en ese momento entraron los ancianos del pueblo, me sacaron de la casa, y bueno… ya sabes el resto.-

Hiyu sacó del bolsillo de su pantalón un pequeño objeto que lanzó a su hermano, el cual atrapó con presteza. En efecto, se trataba de una pequeña llave de hierro, oxidada. Dos grandes alas salían de su empuñadura. Lismael la contempló con curiosidad, era una llave muy elaborada, sí, pero nada más, no parecía tener nada sobrenatural.

-De acuerdo…-contestó Lismael todavía dando vueltas a la llave intentando descubrir su secreto. -¿Y que se supone que quieres hacer?-

-Quiero ayudar al ángel.- dijo en tono serio Hiyu.

Lismael dejó la llave y contempló la penetrante mirada de su hermano pequeño.

-¿En qué consiste esa ayuda exactamente?-

-No lo sé con exactitud. Había pensado en que podíamos ir hasta Argynte, atravesar la gran cordillera y adentrarnos en las tierras desconocidas. Buscamos la fortaleza, descubrimos que abre esa llave, ayudamos al ángel y listo.-

El rostro de Lismael se descompuso, era una mezcla entre el pánico y la risa histérica.

-¿Pero tú te estás oyendo? Quieres que sigamos unas imágenes que has visto cuando una gota de sangre de un ángel te cayó en la mano. Que entremos en una fortaleza en la cual hay según tus palabras: cientos de arqueros y busquemos algún tipo de cofre o baúl que abra esta llave para así ayudar a un ángel que no te ha dado ninguna indicación. ¿Es eso?- Hiyu iba a responderle, pero Lismael continuo. –Sin mencionar claro está, a los Geiajs, que por si los has olvidado, hace unos minutos una mujer nos ha contado que son las criaturas más mortíferas del mundo, capaces de matar a un ángel sin sentir remordimiento alguno.-

-Tranquilízate Lismael. Claro que no olvido a los Geiajs, al igual que no olvido que nos han echado de casa, no, es más, han quemado la casa que padre y madre construyeron con tanto esfuerzo. No tenemos familia, no tenemos apenas dinero. No tenemos sitio al que ir. Tenemos gran parte de culpa en que una de las criaturas más bellas que hemos visto y que veremos, haya muerto calcinada por el fuego de nuestros vecinos. Solo nos ha pedido ayuda, ¿es que acaso vas a negársela?-

Lismael reflexionó las palabras de Hiyu, estaba claro que el ángel podía seguir vivo si no lo hubiesen llevado a su casa. Además, era cierto que no tenían nada a lo que aferrarse, no eran buenos militares ni sabían ningún oficio. Su padre apenas le enseñó a cultivar vegetales.

-Está bien. Iremos hasta Argynte, pero si algo nos pasa por el camino nos detendremos allí, ¿está claro? Aunque no tengamos nada, hay algo que no quiero perder, y es a ti. Hiyu, prométeme que si nos pasa algo nos quedaremos en Argynte.-

Hiyu agachó la cabeza y suspiró.

-Te lo prometo hermano.- sabía perfectamente que sucederían muchas cosas.

-Gracias. Y ahora será mejor que durmamos, es un largo viaje.- dijo Lismael mientras se desvestía y se recostaba en la cama. –Aunque todavía hay algo que no entiendo.- dijo ya con los ojos entrecerrados

-¿De qué se trata?- dijo Hiyu que también estaba a punto de quedarse completamente dormido.

-La frase que te dijo el ángel cuando te dio la llave. Hay una parte que no la comprendo: Combatid la tiranía pues vosotros sois la luz del universo. ¿Qué significa eso de que somos la luz del universo?-

-No lo sé. Son cosas de ángeles, nada importante, supongo.-

-Si tú lo dices.-

2 comentarios:

。✿゚JesiYoce✿。 dijo...

wow!!! no lo puedo creer, mmm ellos son algo más que solo un par de hermanos!!! que querrá el angel que encuentren y esa llave que abrira?? mm no lo se, pero nunca me imagine que una gota de sangre pudiera transmitir tanto, super el cap, y ahora ya se que en EN BUSCA DE LA LUZ todo es posible, se que te irás de vacaciones jejeje te deseo que te la pases super!!!! y vuelvas pronto para que sigas escribiendo tu maravillosa historia.

ATTE tu fan #1!!!! jejeje bueno espero que me consideres así bueno byeeee cuidate!!!

Sombragris dijo...

MAgnifico dialogo.Sin estridencias sin exageraciones...conciso y al vez bello...y la gota de sangre y su efectos...bueno...a ver como sales de esta jejeje...angeles con fluido orgánico..mmmmm...Siguerrrr.SAludos